Nuestro nombre y apellidos es una flor en la rama de un árbol milenario. Aunque el nombre con el que nos bautizan, muchas veces es el intento de resolver inconscientemente, la herida de alguien que fue excluído de algún modo en la familia. O la pretensión de proseguir y perpetuar algo de lo que los…
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Si no confiaramos en este camino desconocido, parecería que aún creemos que somos nosotros quienes estamos a cargo de nuestro destino. Y de ese modo, interferiríamos hacia dónde ya nos conduce nuestra alma.
Era real que nos amáramos aunque fuera en un sueño.
La necesidad de las manos de ella por acariciarle colmaban, por un momento, la necesidad del cuerpo de él por abrazarla. Pero más tarde, la necesidad fue más grande, porque el vacío póstumo del abrazo se hizo más grande. Las manos arrancaron sólo las raíces superfluas.
En la profunda tristeza de la vida, aún siento la Belleza de todo. En el éxtasis de la gloria del amor, aún recuerdo lo terrible de la existencia.
El paisaje me miró con su tierra honda y fértil, con el cielo estremecido de su bóveda infinita. Y una vez cubierto por su mirada, me dijo: Eres hermoso.
Me sentía muy triste porque una estrella estaba agonizando en el cielo oscuro de un verano dañado. Busqué consuelo en los versos de un poeta y el universo entero alegró la noche. Yo era feliz porque todo me podía hacer sentir igual de triste, igual de alegre.
Poesía no es escribir. Danzar no es bailar el ritmo de una melodía. Si lo haces no sabrás, porque no se puede saber crear.
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